Montse Tomé encuentra en Athenea del Castillo su ‘agitapartidos’

Con su naturalidad habitual, unos días antes de los cuartos de final de la Eurocopa, Athenea del Castillo confesaba que se estaba leyendo un libro. Aunque no se acordaba de su nombre —minutos después, subió una foto a su perfil de X: Trae, que lo hago yo, idiota (es de Julio Iliarte y versa sobre cómo ser un buen líder, trabajar en equipo y crear un ambiente laboral exitoso)—, sabía por qué se lo leía.

España ESP

2

Athenea del Castillo 65', Clàudia Pina 70'

Suiza SUI

0

Noëlle Maritz 91'

Finalizado

En el último tramo del curso, la futbolista del Real Madrid ha mostrado su mejor versión tanto con el Real Madrid como con la selección. Una evolución que sigue demostrando en Suiza, donde ya ha anotado dos goles y se ha convertido en la agitapartidos de Montse Tomé.

“Quiero serlo (una líder) en el club y todo lo que absorba aquí me ayudará en el entorno del equipo”, añadía. Contra Suiza, lo puso en práctica sobre el césped. La futbolista del Real Madrid encarriló un partido que se le estaba complicando —y de qué manera— a España. En el minuto 62, Montse Tomé le dio entrada al juego. La lógica y las sensaciones decían que el partido estaba para ella. A pesar de la diferencia entre ambas selecciones, las locales parecían tenerle cogida la medida a las dirigidas por Montse Tomé. Las campeonas del mundo, por momentos, se volvieron previsibles y hubo veces que se precipitaron más de la cuenta. La selección necesitaba alguien que las agitase y Athenea es su verso libre.

Cuatro minutos después de saltar al campo, estrenó el marcador. Remató a puerta —dentro del área, con el interior de la pierna derecha y al palo largo de la portera de Suiza, como mandan los cánones— una delicatessen de Aitana Bonmatí. Otra vez, metiéndose por dentro. Tras el partido ante las italianas, con el que España despidió la fase de grupos y en el que Athenea anotó uno de los golpazos del torneo, la futbolista del Real Madrid confesó que al principio no le gustaba jugar por la derecha (es la posición en la que suelen alinearla tanto Montse Tomé como Alberto Toril), pero que gracias al exentrenador madridista y a su cuerpo técnico mejoró y aprendió a asociarse por dentro.

Tras el gol de Athenea del Castillo, España cogió aire. A las suizas se les estaba poniendo cara de machada —era la primera vez que disputaban los cuartos de final y el estadio estaba lleno a reventar— y a las españolas de miedo. El gol de la futbolista de Solares permitió el de Claudia Pina porque la defensa Suiza empezó a desordenarse y a dejar espacios. En una de esas, la jugadora del Barça se metió por dentro y marcó el gol que marca siempre: un potentísimo disparo desde la frontal del área directo a la escuadra. Debería patentarlo. Además, España se relajó, se volvió reconocible y Athenea del Castillo fue protagonista de un hito en la historia de la selección femenina española de fútbol: por primera vez, han superado una ronda eliminatoria de una Eurocopa.

Athenea del Castillo, que apretaba los dientes durante el descanso, cuando encaraba el banquillo confesándose con María Méndez, sabía que el partido estaba para ella. Después del gol, siguió cabalgando la banda, forzó la tarjeta amarilla de Ana Crnogorčević —la exfutbolista del Barça que suele jugar de delantera con Suiza, pero a la que Pia alineó de lateral izquierda—, que no supo pararla y provocó el penalti que falló Alexia. De momento, la de Solares está siendo una de las grandes noticias del torneo y su objetivo es descolgarse del cuello el cartel de revulsivo.