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Así son las fantasías sexuales de 2025: machos alfa sumisos, ‘hermanos’ con derecho a roce y flirteos con la IA

Este año, la escena de sexo con los dos hermanos varones de ‘The White Lotus’ hizo que una fantasía recurrente pero tabú fuera celebrada (y vituperada) por muchos espectadores. Investigamos qué otras cosas nos excitan hoy

Fantasías sexuales 2025
Lucas Barquero

De un tiempo a esta parte, los veranos se cuentan por temporadas de The White Lotus, la serie de HBO que parodia el estilo de vida de los muy ricos en paraísos vacacionales. Con cada entrega, la serie viraliza destinos, frases memorables e incluso las derivas eróticas de sus protagonistas: este año la polémica llegó con un trío en el que el personaje de Patrick Schwarzenegger —el hijo gymbro de un millonario de las finanzas— se embarcaba junto a su hermano pequeño —encarnado por un angelical Sam Nivola— y la atractiva Charlotte LeBon. El desenlace de la escena —Nivola termina masturbando a Schwarzenegger—, desató un vendaval en las redes. Los más conservadores criticaban la deriva moral (“¿INCESTO? ¿En serio? Cuenten con un fan menos”, tuiteó un televidente), pero muchos otros celebraron el lado lúdico de la ficción.

Entre reacciones tan opuestas surgió una pregunta clara: ¿podía tomarse la serie como una muestra real de las fantasías sexuales que excitan a las nuevas generaciones? En parte, sí. El trío ocupa el primer lugar en todos los rankings de fantasías sexuales más recurrentes. Un estudio reciente sobre hábitos sexuales realizado por la cadena de sex shops Diversual recoge que el 57% de los españoles sueña a menudo con ello. Y, aunque la fantasía del incesto apenas aparece en ningún ranking, Cecilia Bizzoto embajadora de JOYclub y socióloga, que trabaja para la normalización de las filias sexuales, defiende que las festivas reacciones a la serie demuestran la normalización de las fantasías sexuales sin que ello implique el deseo de llevarlas a la práctica. A continuación le contamos algunos de los temas que nos excitan —o eso dicen algunos— a estas alturas de año.

Fotograma de la película 'Soñadores' (2003) de  Bernardo Bertolucci, que ya hace 22 años cubrió varias de las fantasías sexuales más recurrentes: un trío y un incesto.

Viejos clásicos

No importa el tiempo que pase. El camino del sexo normativo a las fantasías empieza siempre con las mismas dos preguntas: ¿invitamos a un amigo? y ¿me quieres atar? Valérie Tasso, sexóloga y embajadora de Lelo, marca de juguetes sexuales, confirma que los fetiches clásicos, como los tríos y las relaciones de dominación-sumisión, siguen siendo los más recurrentes en todas las edades, aunque no todos los vivan igual. “Las fantasías eróticas de la generación X son deseos cumplidos para los millennials y la generación Z”, explica. En el paso entre la imaginación y la práctica, las nuevas generaciones han normalizado lo que antes era tabú y han encontrado nuevas y creativas maneras de modernizarlo.

¿Me atas? ¡Mejor un trío!

Hace meses el portal de contenido de adultos Clips4sale publicó una estadística con las búsquedas de sus usuarios de Estados Unidos. Por segundo año consecutivo la más recurrente era giantess, el arquetipo de mujer muy alta con actitud dominante. El portal lo relacionaba con el auge de la energía masculina de la machosfera: según su teoría, cuanto más alfas se mostrasen los hombres en público —como el personaje de Patrick Schwarzenegger en The White Lotus—, más sumisos serían en la cama. En España, las cifras del estudio de Diversual demuestran que las mujeres están más dispuestas a la sumisión (58%), pero un porcentaje nada desdeñable de varones (37%) también dicen estarlo.

Cecilia Bizzoto, que está investigando para un estudio académico sobre las fantasías sexuales, avanza los posibles motivos de esta apertura a roles pasivos: “Muchos hombres jóvenes, heteros o gays no lo ven como algo negativo, gracias a la educación sexual que han recibido”, cuenta, aludiendo no tanto a la formación como al clima social. Bizzoto añade que los hombres ya no solo buscan la penetración. Un principio también presente en los tríos, donde la alineación clásica de la pareja hetero que busca un “unicornio” (mujer bisexual que le dé placer a ambos) se ha abierto a sexualidades más diversas y todo tipo de juguetes sexuales.

Icon fantasías

Nuevas sensaciones

Cada vez hay más interés por descubrir qué es lo que verdaderamente erotiza a cada uno sin miedo ni prejuicios. Lidia de Sande, psicóloga sanitaria especializada en prácticas sexuales alternativas, aboga directamente por eliminar la palabra fantasía y propone, en su lugar, peculiaridad. “Hay tantas peculiaridades eróticas como personas, y términos como fetiche o filia solo consiguen patologizarlas. Antes estas peculiaridades estaban guardadas en el sótano pero cada vez hay menos miedo a sacarlas al exterior”, afirma. El inicio de esta revolución, añade, empieza por descentralizar el interés sexual y superar el foco en los genitales.

Narices, voces, olores

“Si mirar con deseo un culo o unos pechos no se considera un fetiche, ¿Por qué debería merecerlo fijarse en el resto de partes del cuerpo?”, añade De Sande. La nariz, la voz o los olores son algunos de los objetos de deseo que han ganado popularidad en los últimos años, aunque ninguno ha sido tan mediático como las axilas. Fueron virales las fotografías del disco donde Guitarricadelafuente mostraba la suya o las imágenes promocionales de Olympo, de Netflix, por la misma razón. De Sande también destaca otras peculiaridades de nuevo cuño, como la erotización de la naturaleza (dendrofilia) o de los globos. Sus seguidores se dividen en poppers (que les gusta explotarlos), non poppers y semipoppers.

Sumisión, nivel 2

Dejarse llevar por el otro es una fantasía recurrente, y en este ámbito entran nuevas estrellas sexuales como el antifaz, las manoplas o los cascos con cancelación de ruido que te aislan por completo, la última novedad en la tendencia de privación sensorial. Cabe añadir, indica De Sande, el arte del shibari japonés, una minuciosa técnica de nudos que lleva la idea de las cuerdas y la inmovilización a barrocos límites de virtuosismo. Su poder visual ha traspasado, como era de esperar, el dormitorio: Shakira, por ejemplo, aparece colgada con nudos similares en la portada de su tema Copa vacía.

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El ‘bot’ es el límite

Parte del auge de los juguetes sexuales viene por la incorporación de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que les permite acoplarse a las necesidades de cada usuario. Pero la IA cada vez invade más parcelas del imaginario erótico. Lo último son los chatbots, aplicaciones como Character.Ai, Replika o Talkie que ofrecen chats eróticos generados con IA. A diferencia de las convencionales, como ChatGPT o Copilot, no tienen ninguna restricción de contenido. Primero te piden tus preferencias y después te ofrecen cientos de perfiles —algunos reales, como actores o cantantes—, y la historia que compartes con cada uno para que empieces a chatear. Si buscamos a Patrick Schwarzenegger, por ejemplo, la aplicación sugiere que el actor es nuestro amor de instituto con el que acabamos de tener un hijo y, a partir de ahí, cada uno conduce su conversación hacia donde quiera.

Para Valérie Tasso, la llegada de este tipo de tecnologías ya está marcando un antes y un después. Tener la opción de plasmar en texto e imágenes las fantasías más recónditas tiene un gran potencial, pero también muchos problemas: “Las imágenes corporales que genera la IA tienden a construir estéticas idealizadas, nada realistas y con una marcada influencia patriarcal”. De cualquier manera, Tasso cree que el aumento de las fantasías con androides ha llegado para quedarse. “También se relaciona con las series cuyos protagonistas son robots que se suelen rebelar y sirven de compañeros sexuales”, añade. La última fue Matabot, en la que el cuerpo desnudo de Alex Skarsgard como robot, aun sin genitales, se convirtió en la fantasía favorita de las redes sociales.

Más o menos hermanos

Fuera de este universo futurista, Cecilia Bizzoto coincide en que el audiovisual es la piedra de toque que alumbra fantasías que antes solo vivían en el porno. “Hollywood ha entendido que el sexo vende y busca lo más tabú como elemento disruptivo”, afirma. The White Lotus, por ejemplo, seguía la senda de Juego de Tronos y devolvía a la conversación pública el concepto de fauxcest (falso incesto), que normalmente se refiere a ficción pornográfica que recrea relaciones sexuales entre hermanos. El clamor fue tal que ya existe una versión pornográfica de la serie llamada de The Tight Lotus —en español, tight significa prieto—. Aún más chocante fue la película Hasta los huesos, de Luca Guadagnino, que mostraba con todo detalle la vorarefilia, o fantasear con devorar a la pareja sexual. De hecho el vore, como se conoce, fue la segunda búsqueda más frecuente que rescataba la estadística antes mencionada por el portal Clips4sale.

Ante el auge de este tipo de contenidos, Valérie Tasso advierte del peligro de que acaben banalizando prácticas problemáticas. Pero defiende el mayor de los avances que hasta ahora se ha conquistado: “Les estamos perdiendo el miedo a nuestras fantasías sexuales. Fantasear es muy sano para alimentar el deseo. Es una ventana a un mundo sin restricciones físicas y sociales”.

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Sobre la firma

Lucas Barquero
Redactor de la revista ICON. Graduado en Cinematografía y Artes Audiovisuales por la URJC y Máster en Periodismo UAM-EL PAÍS.
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